Ataques de hutíes en el Mar Rojo afectan el comercio mundial
La evasión del Mar Rojo por parte de las compañías navieras intensifica preocupaciones logísticas, generando desvíos costosos y riesgos en la cadena de suministro global.
En respuesta a los persistentes ataques del grupo hutí en Yemen, Hapag-Lloyd de Alemania y la naviera OOCL de Hong Kong anunciaron que evitarán el Mar Rojo, convirtiéndose así en las últimas empresas en tomar esta decisión debido a las crecientes preocupaciones sobre la seguridad marítima y las interrupciones en el comercio global.
Estos ataques han afectado la navegación global y han generado la creación de un grupo de trabajo naval para abordar la situación. Las hostilidades en la región han obstaculizado el tráfico de barcos a través del estratégico Canal de Suez, responsable de gestionar aproximadamente el 12% del comercio mundial.
Aunque el desvío evita el riesgo asociado con el Mar Rojo, los ejecutivos de logística global advierten sobre las posibles consecuencias de alterar las cadenas de suministro globales, con posibles atascos en puertos y escasez de embarcaciones, contenedores y equipos.
Ante la situación, Hapag-Lloyd planea desviar 25 barcos antes de fin de año, considerando las tarifas de flete en aumento y la disminución de existencias de envío. No obstante, evitar el Mar Rojo y el Canal de Suez implica adoptar una ruta mucho más larga alrededor de África, generando preocupaciones adicionales sobre la eficiencia y los costos operativos.
La cadena de suministro global se ve amenazada, con comerciantes luchando por encontrar soluciones alternativas y enfrentándose a posibles retrasos y escasez de productos. Analistas alertan que algunos minoristas podrían experimentar escasez de productos a partir de febrero, aunque la experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19 ha llevado a las empresas a buscar resiliencia en las cadenas de suministro diversificando sus fuentes de exportación.