Las mujeres en puestos de liderazgo fomentan un entorno más colaborativo
Un estudio revela que el 83% de los empleados prefiere trabajar en equipo bajo la dirección de mujeres, destacando su capacidad para inspirar y motivar a sus equipos.
En los últimos años, la representación femenina en puestos de liderazgo ha experimentado un notable incremento. Según el Informe de Mujeres en el Lugar de Trabajo 2023 de McKinsey, el porcentaje de mujeres en la alta dirección ha pasado del 17% en 2015 al 28% en 2023, lo que evidencia un avance significativo en la equidad de género dentro de las organizaciones.
El liderazgo transformacional, que se enfoca en inspirar y motivar a los equipos, se ha identificado como un estilo efectivo cuando es ejercido por mujeres. Este tipo de liderazgo se caracteriza por la estimulación intelectual, la consideración individualizada y la promoción de un entorno colaborativo. Según un estudio reciente, un 83% de los encuestados cree que las mujeres prefieren trabajar en equipo, y más del 70% de los trabajadores se sienten más cómodos siendo dirigidos por mujeres, destacando su capacidad para fomentar la comunicación y la cooperación.
Además, el liderazgo femenino se asocia con altos niveles de delegación y autonomía. Alrededor del 46,7% de los empleados percibe que sus líderes femeninas se centran en ayudarles a alcanzar su máximo potencial, mientras que un 80% valora el compañerismo y la solidaridad como principales motivadores. Estos aspectos no solo mejoran el rendimiento individual, sino que también fortalecen la cohesión del equipo y la retención de talento.
Sin embargo, a pesar de estos avances, las mujeres enfrentan obstáculos en su ascenso a puestos directivos, lo que se conoce como “peldaños rotos”. Las condiciones laborales que no facilitan un equilibrio entre la vida personal y profesional, y las responsabilidades familiares que suelen recaer en las mujeres, dificultan su progreso. Para superar estas barreras, se recomienda implementar herramientas como el coaching, que ayuda a los líderes a desarrollar habilidades, aumentar la autoconfianza y mejorar la comunicación dentro de sus equipos.
El liderazgo femenino no solo es esencial para alcanzar la equidad de género en las empresas, sino que también aporta beneficios tangibles a nivel organizacional. Las empresas que promueven el liderazgo transformacional y apoyan a las mujeres en su ascenso hacia roles directivos están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos actuales, al tiempo que contribuyen a un entorno laboral más justo y equitativo.