Cada vez más la generación Z rechaza los roles de liderazgo
La generación Z evita roles de mando medio por estrés y opta por emprender, desafiando estructuras jerárquicas y promoviendo una gestión laboral más equilibrada.
La generación Z, joven y ambiciosa, está reconfigurando el panorama laboral. Según un estudio de la consultora de talento Robert Walters, el 52% de los jóvenes de esta generación no muestra interés en ocupar roles de mando medio, y el 72% aspira a avanzar profesionalmente a través del emprendimiento, en lugar de adherirse a estructuras jerárquicas.
Este fenómeno, llamado “consciente unbossing” o desvinculación consciente de la jefatura, refleja una inclinación hacia el equilibrio personal y una menor tolerancia al estrés laboral de los cargos de liderazgo tradicionales. Este cambio generacional ha generado un choque cultural en el ámbito laboral, especialmente con generaciones previas, que priorizaron la estabilidad salarial y, en ocasiones, soportaron condiciones desfavorables en aras de obtener reconocimiento y ascender en sus carreras. En contraste, la generación Z valora un ambiente de trabajo que promueva el bienestar y esté alineado con sus ideales de equilibrio entre vida y trabajo.
La encuesta también revela que el 16% de los encuestados de la generación Z evitaría activamente roles de liderazgo, mientras que cuatro de cada diez jóvenes profesionales se muestran inseguros respecto a asumir algún día una posición de jefatura. Para muchos de ellos, los mandos medios representan “demasiado estrés y poca recompensa”, una razón clave para rechazar estos cargos. Sin embargo, no solo la generación Z está buscando alternativas, ya que el 75% de los millennials en cargos de mando medio también reportan sentirse abrumados y consideran abandonar sus posiciones.
Compañías como Meta, Google y Bayer han comenzado a responder a este fenómeno al reducir el número de mandos medios para optimizar su eficiencia operativa, en un intento por adaptarse a las necesidades cambiantes de la nueva fuerza laboral. Estas iniciativas buscan aliviar la sobrecarga de trabajo y disminuir el estrés, manteniendo al mismo tiempo la productividad.
Ante este panorama, los expertos suguieren que las organizaciones deberían reinventar sus estructuras laborales para retener a las nuevas generaciones. Esto incluye crear ambientes colaborativos, fomentar un equilibrio entre la vida personal y el trabajo, y promover mentorías que permitan a los jóvenes aprender de gerentes experimentados. Solo mediante estas transformaciones, las empresas podrán adaptarse a las expectativas de los nuevos talentos y asegurar la continuidad de liderazgo.