La adopción de criptomonedas ecológicas crece en el sector empresarial
Este nuevo enfoque busca reducir significativamente la huella de carbono del sector blockchain.
Las criptomonedas, surgidas alrededor de 2010, se han consolidado como una forma de intercambio digital que emplea criptografía. A medida que su popularidad creció, también lo hizo la preocupación por el gran consumo de energía requerido para minar estas monedas, lo que las hacía menos atractivas desde el punto de vista ecológico. Este alto consumo energético planteaba un dilema significativo para aquellos interesados en inversiones sostenibles.
La industria ha evolucionado, y ahora existen las llamadas criptomonedas verdes, que representan una alternativa más ecológica. Estas monedas digitales utilizan energía renovable y han adoptado mecanismos más eficientes como la "prueba de participación" (PoS) en lugar de la "prueba de trabajo" (PoW). Este cambio ha permitido reducir drásticamente la cantidad de energía necesaria para validar transacciones y crear nuevos bloques, con Ethereum liderando esta transformación al disminuir su consumo energético en un 99%.
El avance de las criptomonedas verdes no solo es beneficioso para la sostenibilidad ambiental, sino también para el sector empresarial. Un ejemplo de ello es la alianza entre la blockchain brasileña Hathor Network y la empresa argentina Cryptogranjas, que promueven la minería sustentable. Utilizando fuentes de energía limpia como la biomasa de residuos agrícolas, estas empresas recompensan con el doble de "tokens" a quienes emplean energías renovables.
Argentina, líder en la adopción de activos digitales en Latinoamérica, está viendo cómo varias de sus empresas, con el sello de Buenas Prácticas Ambientales o Empresas B, incorporan criptomonedas verdes para reducir su huella de carbono. Esta tendencia no solo contribuye a la sostenibilidad, sino que también ofrece una opción de inversión atractiva y responsable para las empresas.
Las criptomonedas verdes son un ejemplo de cómo la innovación puede alinearse con la conciencia ambiental. Empresas globales como Tesla y Microstrategy ya han incluido estas monedas en sus balances, acumulando grandes cantidades de bitcoins. Este cambio demuestra que es posible combinar rentabilidad con objetivos de sostenibilidad empresarial, ofreciendo un camino prometedor para el futuro de las finanzas digitales.