La gestión energética ya es clave en la competitividad

En un contexto de alta demanda energética y presión por cumplir objetivos sostenibles, la eficiencia energética se está convirtiendo en una prioridad para muchas empresas en América Latina. Aunque históricamente ha sido un tema relegado, hoy representa una vía directa para reducir costos operativos y contribuir al cuidado del medio ambiente.

El consumo energético mundial alcanzó en 2023 un récord histórico de 620 exajulios, impulsado por el crecimiento económico y la expansión de economías emergentes. A pesar de contar con vastos recursos naturales, América Latina enfrenta serias ineficiencias en su uso energético, lo que frena avances hacia modelos más sostenibles.

"Muchas empresas no saben con precisión cuánta energía consumen ni en qué parte de sus procesos ocurre ese gasto", advierte Juan Felipe Puerta, gerente de comercialización de Erco Energy. Esta falta de claridad limita la capacidad de tomar decisiones informadas y estratégicas.

La incorporación de soluciones digitales, como las ofrecidas por Neu Energy, permite a las compañías monitorear su consumo energético en tiempo real. Esta visualización facilita detectar excesos, modificar rutinas e incluso automatizar procesos más eficientes.

Además del ahorro económico, el conocimiento del consumo energético también permite cumplir con normativas ambientales, acceder a certificaciones e iniciar procesos de transición hacia fuentes renovables o esquemas de autogeneración.

"Cada acción que tomamos hoy desde las empresas tiene un impacto económico, y esas decisiones también marcarán la diferencia en el camino hacia un futuro más sostenible en términos energéticos”, concluye Puerta.

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