Empresas británicas redefinen su estrategia en el mercado chino
El 60% de las empresas británicas prevé dificultades debido a la desaceleración económica en China por lo que están postergando nuevas inversiones.
En un reciente informe de la Cámara de Comercio Británica en China, se revela que el 60% de las compañías británicas considera que la desaceleración económica china supone un desafío mayor para sus operaciones en el país asiático que las previas restricciones por el COVID-19.
Aunque se atisba una disminución del "pico de pesimismo" durante la pandemia, las empresas británicas están postergando nuevas inversiones en China, disminuyendo la importancia de esta potencia económica en sus operaciones a nivel global.
La encuesta anual de confianza de la Cámara, realizada durante octubre y noviembre, revela que inversores extranjeros muestran reticencia hacia China debido a una recuperación pospandemia más débil, redadas gubernamentales en oficinas, problemas de liquidez a nivel local y mayores rendimientos en Estados Unidos.
Las conclusiones del informe indican que el 60% de las empresas consideran que hacer negocios en China se ha vuelto más difícil en el último año, atribuyendo el 78% de estas dificultades a factores económicos. Además, más de la mitad de las empresas encuestadas resaltan la dificultad asociada a la geopolítica, mientras que el 43% enfrenta problemas normativos, como la obtención de licencias.
El comercio bilateral entre el Reino Unido y China, valorado en 111.000 millones de libras el año pasado, según la Oficina Nacional de Estadística británica, destaca a China como el cuarto socio comercial del Reino Unido, a pesar de las crecientes incertidumbres económicas.