Datos sobre el presidente ultraconservador de Irán Ebrahim Raisi

Ebrahim Raisi, fallecido en un trágico accidente de helicóptero, se había presentado como un defensor ferviente de las clases desfavorecidas y un luchador contra la corrupción. Elegido el 18 de junio de 2021 en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, su victoria se produjo en un contexto de abstención récord y sin rivales de peso. Este líder ultraconservador siempre se mostraba con un turbante negro y un abrigo religioso, símbolos de su identidad y posición.

Raisi sucedió al moderado Hasan Rohani, quien no pudo postularse nuevamente tras dos mandatos consecutivos. Con un pasado marcado por su ascenso en el sistema judicial iraní, Raisi fue nombrado fiscal general de Karaj a la edad de 20 años tras la Revolución Islámica de 1979 y ocupó varios puestos clave, incluyendo fiscal general de Teherán y jefe adjunto de la Autoridad Judicial.

Durante su mandato, Raisi salió fortalecido en las elecciones legislativas de marzo de 2023, las primeras desde las protestas que sacudieron Irán tras la muerte de Mahsa Amini a finales de 2022. Esta trágica muerte, causada por la detención de Amini por no cumplir con el código de vestimenta de la República Islámica, desencadenó un movimiento de protesta masivo.

Firme adversario de Israel, Raisi apoyó abiertamente a Hamás durante la guerra en Gaza iniciada el 7 de octubre de 2023. En abril, Irán lanzó un ataque significativo contra Israel utilizando 350 drones y misiles, la mayoría de los cuales fueron interceptados gracias a la ayuda de Estados Unidos y sus aliados.

Nacido en noviembre de 1960 en la ciudad santa de Mashhad, Raisi también fue un actor clave en la fundación benéfica Astan Quds Razavi desde 2016, encargada de gestionar el santuario del Imán Reza y su vasto patrimonio industrial e inmobiliario. Además, estaba casado con Jamileh Alamolhoda, profesora de Ciencias de la Educación, con quien tuvo dos hijas.

Durante su campaña electoral de 2021, Raisi se comprometió a defender la libertad de expresión y los derechos fundamentales de todos los ciudadanos iraníes, consciente de la necesidad de unir a una sociedad dividida por las libertades individuales.

En el contexto de su fallecimiento, el ayatolá Alí Jamenei ha instado a los iraníes a no preocuparse, pero la pregunta sobre quién sucederá a Raisi sigue abierta. Este evento deja un vacío significativo en la política iraní, en un momento de gran tensión tanto interna como internacional.

Con un legado de lucha contra la corrupción y defensa de los desfavorecidos, su ausencia plantea incertidumbre sobre el futuro político del país. La reacción de los iraníes y la respuesta del liderazgo religioso serán cruciales en este período de transición.