México retrocede en derechos laborales según la Confederación Sindical Internacional
El informe 2024 de la CSI degrada a México a nivel 4, indicando violaciones sistemáticas a derechos laborales.
A pesar de que en México se han implementado varias reformas laborales recientes, el último informe de la Confederación Sindical Internacional (CSI) indica que México ha visto un descenso en su calificación sobre el respeto a los derechos laborales.
La CSI, fundada en 2006 tras la fusión de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y la Confederación Mundial del Trabajo, es la mayor organización sindical del mundo, representando a 207 millones de trabajadores en 163 países. Desde 2014, publica el Índice Global de los Derechos, que clasifica a los países según el respeto a los derechos laborales en una escala de seis niveles, donde el nivel 1 representa los mejores estándares y el nivel 5+ los peores.
En su informe de 2013-2014, México fue catalogado como un violador sistemático de los derechos laborales. Sin embargo, en los primeros años de la administración de López Obrador, el país mejoró su posición al nivel 3, indicando violaciones regulares. Este avance se atribuyó a las nuevas reformas laborales y al esfuerzo del gobierno por aplicar las leyes. No obstante, el informe más reciente de 2024 muestra un retroceso, ubicándose a México nuevamente en el nivel 4, como violador sistemático.
Este retroceso coloca a México junto a otros doce países que han visto un deterioro en sus estándares laborales en el último año. Según la CSI, la tendencia mundial muestra un aumento en la violación de los derechos fundamentales del trabajo, con gobiernos y empresas atacando el derecho de huelga y la capacidad de los trabajadores para negociar salarios más justos, afectando así la democracia y el Estado de Derecho.
La situación es compleja y multifacética. Aunque México ha mejorado sus instituciones laborales y ha aumentado significativamente los salarios mínimos, estas mejoras no parecen haber impactado suficientemente las prácticas laborales arraigadas. Las instituciones deben no solo existir, sino también ser efectivas en la práctica y funcionar en un entorno que las respalde plenamente.
Mientras el informe de la CSI plantea un panorama preocupante para México, es crucial evaluar la situación de manera equilibrada y basada en hechos. Es necesario investigar a fondo, recopilar datos y analizar el impacto real de las reformas laborales para entender y, en su caso, contrarrestar las conclusiones del informe.