Mayor número de ventas no siempre significa mayor ganancia para tu empresa
Aunque parece ser el objetivo de toda empresa, elevar su productividad no siempre es lo mejor, aprende a diferenciar entre utilidad y rentabilidad.
La rentabilidad de una empresa es fundamental para su éxito y crecimiento financiero. A menudo, los empresarios se centran en aumentar las ventas como la solución para incrementar las ganancias, pero esto no siempre es cierto. La utilidad y la rentabilidad son conceptos distintos que deben comprenderse adecuadamente.
La utilidad es sencilla de identificar, pues es la ganancia que se obtiene de la venta después de deducir todos los gastos. Por otro lado, la rentabilidad es el margen de ganancia y se expresa en porcentaje. Es importante comprender la diferencia entre estos dos conceptos para evaluar correctamente la situación financiera de una empresa.
Un sencillo ejemplo lo podemos pensar con una empresa que tiene ventas de 500 mil pesos y gastos de 400 mil pesos. Al restablecer los gastos de las ventas, la utilidad neta es de 100 mil pesos. Para calcular la rentabilidad, dividimos la utilidad neta entre los ingresos totales y lo multiplicamos por 100. En este caso, la rentabilidad sería del 20%.
Sin embargo, el incremento de las ventas no siempre garantiza un aumento en la rentabilidad. Supongamos que la empresa logra aumentar sus ventas a 700 mil pesos, pero los gastos aumentan a 600 mil pesos. Aunque las ventas aumenten, la utilidad neta sigue siendo de 100 mil pesos. En este caso, la rentabilidad desciende a un 14,3%.
Este ejemplo demuestra que el incremento de las ventas por sí solo no garantiza una mayor rentabilidad. Es necesario controlar los gastos y buscar formas de reducirlos para mantener o aumentar la rentabilidad de la empresa.
Es importante que los líderes empresariales presten atención tanto a las utilidades en términos de dinero como a la rentabilidad en términos de porcentaje. Los inversionistas también evaluarán estos datos antes de decidir si invertir en un proyecto empresarial.
Aumentar las ventas es importante, pero controlar los gastos es igualmente crucial para lograr una rentabilidad sólida. El enfoque en la rentabilidad, tanto en términos de utilidad como en porcentaje, garantiza una salud financiera sólida y un crecimiento sostenible en el mercado empresarial.