Comportamiento poco ético en altos mandos

Actualmente incorporar la integridad en la visión estratégica de las organizaciones, no solo les permite desarrollar negocios más sólidos y mantener la ventaja competitiva a largo plazo, sino que inclusive ofrece más valor a los accionistas.

Según un estudio realizado por EY México, a pesar de que 97% de los ejecutivos asegura que la integridad es importante para la compañía, el 36% ha recibido sanciones relacionadas a comportamientos no íntegros.

En este sentido, existen cuatro acciones clave que permiten mantener una cultura de integridad en las empresas:

1. Establecer un liderazgo coherente: Desde los niveles más altos hasta las bases de la organización es necesario que se extienda la integridad, esto incluye desde la junta directiva hasta los promotores.

2. Contratar a personas que apoyen la cultura de integridad: Ofrecer las herramientas correctas para que los colaboradores tomen los valores de la organización dentro de sus propias creencias y así, sepan tomar las decisiones correctas.

3. Desarrollar indicadores de rendimiento: También es trascendente medir la integridad y vincular el rendimiento a la remuneración, la promoción y la sucesión.

4. Fomentar la cultura de comunicación: Dar la confianza necesaria para revelar irregularidades resulta de gran utilidad. Pues, el 31% de las personas no denuncia las infracciones porque teme por su seguridad.