Personas infelices se cuadriplicaron en 15 años
En México los suicidios han aumentado 24% en los últimos tres años”.(INEGI)
Siendo uno de los parteaguas la pandemia por COVID-19, la infelicidad en el mundo ha aumentado en los últimos años. Ya que, el número de personas que se sienten tristes, estresadas y enojadas, ha aumentado considerablemente.
Según una investigación de la consultora Gallup, en los últimos 15 años se cuadruplicó el número de personas a nivel global que se siente infeliz. Mientras que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en México los suicidios han aumentado 24% en los últimos tres años.
En 2006 el 1.6% de los encuestados calificó su vida como la peor posible, mientras que a la fecha, 8% se encuentra en esa situación. De estas personas, el 20% tiene mal trabajo, sus ingresos son insuficientes para sobrevivir, tiene desnutrición y no cuentan con alguien que le brinde ayuda.
Antes de culpar al COVID-19 por el aumento de la fatalidad, Gallup observa en su estudio que los índices de la desdicha, comenzaron a subir al menos desde 2011.
“La infelicidad ha estado aumentando en todo el mundo durante una década, pero casi todos los líderes mundiales la pasaron por alto. ¿Por qué? Porque se centraron en medidas como el PIB y el desempleo”, señala Jon Clifton, director ejecutivo de Gallup.
De acuerdo al estudio, la desigualdad de bienestar y el aumento de la infelicidad no sólo se explica por la inequidad en los ingresos “sin duda es parte de ello.. pero una gran vida es algo más que dinero”.
Es así como las personas con mayores índices de felicidad tienen cinco cosas en común:
- Están satisfechas con su trabajo
- Tienen poco estrés financiero
- Viven en grandes comunidades
- Tienen buena salud física
- Cuentan con personas a quienes pueden acudir en busca de ayuda
Los empleadores en las organizaciones, normalmente entienden la desigualdad como la disparidad de ingresos o la división entre quienes tienen posibilidades económicas y quienes no. Sin embargo, “no están familiarizados con la creciente división entre los que tienen y los que no tienen una gran vida. Esto se llama desigualdad de bienestar”, explica Clifton.
Es así como más allá de los esfuerzos de los Gobiernos para mejorar el bienestar y salud mental de sus habitantes, este escenario brinda a las empresas, elementos para hacer cambios en su organización.
Ya que, resulta complicado que las personas con altos niveles de infelicidad e insatisfacción, sin importar que estén o no relacionados con el trabajo, puedan desarrollar su potencial profesional aumentado así, un fenómeno que hoy en día preocupa a los reclutadores, conocido como “renuncia silenciosa”.
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