Desafíos tecnológicos de América Latina

América Latina enfrenta actualmente dos desafíos de gran envergadura. Por un lado, se hace evidente la carestía de habilidades tecnológicas en la región, mientras que, por otro, se experimenta un aumento notable en la demanda de profesionales especializados en ciencia y tecnología.

En el año 2021, una encuesta divulgada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) arrojó datos reveladores sobre la situación empresarial en América Latina. Según este estudio, un 64% de los líderes empresariales encuestados admitió que sus proyectos tecnológicos se han visto obstaculizados debido a la falta de competencias tecnológicas entre su personal.

En este contexto, surge Eureek’a, un proyecto originario de México que tiene como objetivo impactar en el ámbito educativo y motivar a los niños y niñas a optar cada vez más por carreras STEM, es decir, aquellas relacionadas con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Félix López, COO en Eureek’a, comenta: "[Buscamos] crear motivación, reducir la brecha de género en las disciplinas STEM, fomentar la creatividad y avivar el interés en estas áreas, incluyendo las ciencias espaciales".

Según un informe de la empresa de reclutamiento PageGroup en 2021, el promedio de graduados en disciplinas STEM en algunos países de América Latina fue el siguiente: Chile con un 45%, México con un 42%, Argentina con un 41% y Colombia con un 34%. A pesar de esto, se estima que el 48% de las posiciones laborales relacionadas con tecnología de la información (TI) no pueden ser cubiertas debido a la insuficiencia de profesionales capacitados.

López subraya la necesidad de promover políticas que conviertan a México en un país generador de tecnología e innovación a través de estrategias científicas para abordar las necesidades de la sociedad, ya que el futuro económico de la región está cada vez más vinculado al desarrollo y crecimiento de la industria tecnológica.

La importancia de implementar iniciativas como Eureek’a radica en el fortalecimiento del talento tecnológico de las futuras generaciones que se incorporarán al mercado laboral. América Latina tiene la capacidad no solo de suplir la falta de profesionales a través de la formación, sino también de comprender que invertir en programas educativos que fomenten las STEM equivale a invertir en un futuro mejor preparado para afrontar los desafíos tecnológicos y científicos del siglo XXI.

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