Empresas enfrentan incertidumbre por influencia de Musk en el gobierno

En un contexto donde la desregulación y los recortes fiscales parecían beneficiosos, numerosas empresas establecieron alianzas con figuras como Donald Trump y Elon Musk, este último vinculado al Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Sin embargo, lo que en un principio se percibió como una oportunidad, ahora podría convertirse en una amenaza para el sector privado. La falta de transparencia en el manejo de datos gubernamentales y el acceso privilegiado de Musk a información sensible han generado preocupación entre los líderes empresariales.

Uno de los mayores riesgos radica en la ventaja competitiva que Musk podría obtener al acceder a datos confidenciales de agencias como el Departamento de Transporte, la Administración de Alimentos y Medicamentos, o incluso información previa a la publicación de patentes. Este acceso sin precedentes permitiría a empresas como Tesla adelantarse a competidores en áreas como vehículos autónomos o tecnologías emergentes, lo que podría distorsionar el mercado y perjudicar a otras compañías.

Además, la integración de estos datos en sistemas de inteligencia artificial podría otorgar a Musk una capacidad predictiva sin igual. Expertos en propiedad intelectual advierten que esto podría usarse para identificar tendencias innovadoras o incluso para predecir movimientos estratégicos de otras empresas. Aunque la Casa Blanca niega que esto esté ocurriendo, la falta de pruebas concretas aumenta la desconfianza en el sector.

La incertidumbre regulatoria también está afectando inversiones en áreas clave como energía, transporte y manufactura. El desmantelamiento de agencias y la eliminación de subsidios han paralizado proyectos millonarios, como el de la empresa Kore Power, que abandonó una planta de baterías ecológicas en Arizona tras la retirada de apoyos gubernamentales. Este clima de inestabilidad ha llevado a muchas empresas a reconsiderar sus planes de expansión.

A pesar de estas preocupaciones, muchos líderes empresariales optan por mantener un perfil bajo, temerosos de represalias por parte de Trump o Musk. Mientras tanto, la incertidumbre generada por DOGE no solo afecta a las empresas, sino que también podría tener repercusiones económicas más amplias, incluyendo la posibilidad de una recesión. En este escenario, el pacto inicial entre el sector privado y estas figuras podría terminar siendo un arma de doble filo.