
Canadá responde a los aranceles de Trump con represalias comerciales
Canadá impondrá aranceles por 29 800 millones de dólares canadienses a EE.UU. en respuesta a los gravámenes sobre el acero y aluminio impuestos por Trump.

El Gobierno de Canadá anunció nuevas medidas comerciales en represalia contra los impuestos arancelarios por la administración de Donald Trump sobre las importaciones de acero y aluminio. A partir del jueves, Ottawa aplicará aranceles por un valor de 29 800 millones de dólares canadienses a diversos productos provenientes de Estados Unidos, marcando una escalada en la disputa comercial entre ambos países.
El ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, detalló que las represalias incluyen impuestos a bienes como herramientas, computadoras, equipos deportivos y productos de hierro fundido. Estas medidas se suman a los gravámenes que Canadá ya aplica desde marzo a productos como bebidas alcohólicas, jugo de naranja y electrodomésticos. Según LeBlanc, el objetivo es presionar a la administración de Trump para que reconsidere sus políticas arancelarias.
LeBlanc subrayó que el Gobierno canadiense no descarta imponer más aranceles si Estados Unidos mantiene su postura. En una conferencia de prensa, señaló que los impuestos de Trump son "absolutamente injustificados" y aseguró que Canadá seguirá negociando para que sean eliminados. La disputa se produce en un contexto de cambios políticos en Ottawa, ya que el primer ministro Justin Trudeau entregará el poder a su sucesor, Mark Carney, en los próximos días.
Estados Unidos y Canadá han sido socios comerciales clave durante décadas, pero la política proteccionista de Trump ha tensado la relación bilateral. Washington eliminó previamente algunas exenciones y cuotas libres de impuestos, soportando su postura respecto a las importaciones de acero y aluminio. Este giro ha generado preocupaciones en diversas industrias que dependen del comercio entre ambos países.
El impacto de esta nueva escalada comercial podría afectar no solo a los sectores productivos de ambos países, sino también a los consumidores, que podrían enfrentar precios más altos. Mientras tanto, la comunidad empresarial observa con incertidumbre si la próxima administración en Canadá logrará encauzar las relaciones comerciales con Estados Unidos o si la tensión continuará aumentando en los próximos meses.
