ONU hace un llamado urgente a la acción mundial durante la Asamblea General

Durante la apertura de la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas, António Guterres destacó los múltiples desafíos que enfrenta el mundo actual, desde las guerras en Ucrania y Gaza hasta la creciente crisis climática. El Secretario General subrayó la falta de consecuencias ante violaciones a la Carta de las Naciones Unidas, lo que, según él, pone en peligro la estabilidad global. "Estamos en un purgatorio de polarización", advirtió Guterres, refiriéndose a la división geopolítica y a la falta de respeto por el derecho internacional.

Guterres también criticó la actitud prepotente de algunos gobiernos, mencionando que muchos parecen operar sin ningún tipo de rendición de cuentas. "Invadir otro país o ignorar el bienestar de la propia población se está volviendo común", afirmó, en una referencia clara a conflictos como el de Israel y Hamás, en el que más de 41,000 palestinos han muerto.

Desigualdad y concentración de la riqueza

Otro punto central del discurso de Guterres fue la creciente desigualdad mundial. Recordó que, mientras el 1% de la población controla el 43% de los activos financieros del planeta, en muchos países los gobiernos siguen otorgando beneficios fiscales a las grandes empresas y a los más ricos, perjudicando las inversiones en áreas críticas como salud, educación y protección social. Esta concentración de riqueza, según Guterres, está exacerbando las disparidades y creando una división aún mayor en la sociedad.

"La desigualdad no es solo una cuestión técnica, sino una cuestión de poder profundamente arraigada en la historia", comentó. Además, denunció la creciente discriminación y violencia de género, lamentando que menos del 10% de los oradores en la Asamblea sean mujeres.

Cambio climático y transición energética

El cambio climático fue otro de los temas más urgentes abordados por Guterres, quien insistió en la necesidad de una acción inmediata y coordinada a nivel mundial. Señaló que los desastres naturales, como las inundaciones y los incendios forestales, son ahora consecuencias directas de la actividad humana. “Los que contaminan deben pagar”, instó el Secretario General, haciendo un llamado especial a los países del G20 para que cesen los subsidios a los combustibles fósiles y promuevan una transición hacia energías limpias y sostenibles.

Guterres también abogó por establecer un precio efectivo al carbono y crear nuevas fuentes de financiamiento que permitan a los países, tanto desarrollados como en desarrollo, enfrentar los impactos del cambio climático.

El papel de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) fue otro aspecto crucial en el discurso de Guterres. Reconoció que esta tecnología transformará el mundo tal como lo conocemos, pero planteó una serie de preguntas sobre su impacto: “¿Nos llevaremos a un mundo más libre o más conflictivo? ¿Mejorará la igualdad o la incrementará?”. El Secretario General alertó sobre el creciente poder que unas pocas empresas tienen sobre la IA, subrayando la necesidad de un control global para evitar una "Gran Fractura".

Guterres concluyó su intervención instalando a los líderes internacionales a actuar de manera conjunta para enfrentar los desafíos globales. “Estamos aquí para rescatar el multilateralismo”, dijo, destacando que el futuro del mundo depende de acciones concretas y no solo de acuerdos. La necesidad de modernizar las instituciones internacionales, adaptándolas a las amenazas del futuro, es fundamental para mejorar la vida de los más de 8,000 millones de personas que habitan el planeta.